
El trabajo es la base de una economía fuerte, no lo son ni el oro, ni los dólares, ni el comercio. Es el trabajo, sus productos, que dan el valor que requiere una economía para triunfar, el respaldo de su moneda. Impulsar el trabajo como motor de la economía es el camino para una economía justa, y autosuficiente, libre de crisis o dependencia internacional.
Hoy celebramos el Día del Trabajo o Día del Trabajador. Celebramos a aquellos hombres y mujeres, que día a día, noche a noche, hacen posible el progreso de nuestro amado país, el sustento de la nación, el pan del pueblo, su salud, su educación. Saludamos a quienes se sacrifican, a quienes se esfuerzan por ser mejores, por ser los mejores en lo que hacen, por triufar en esta vida, por que sus familias triunfen. Hoy es un día para descansar, celebrar, brindar y sobre todo, reflexionar. Si acaso vamos por buen camino en materia laboral. Si hay justicia, condiciones, fuerza y si es posible mejorar.
Hoy, muchos adultos de mi Patria no pueden decirse celebrando el día del trabajador. Son los desempleados, los cesantes. No me refiero a los flojos que esperan los regalos del gobierno populista y demagogo, si no al obrero que busca día a día una oportunidad. Al que ve día a día como más y más puertas se cierran, como disminuyen las ofertas de trabajo, y como comienzan a aumentar los despidos. Todo por culpa de una crisis de la que no tenemos más culpa que la de haber aceptado un sistema totalmente dependiente de una banca ajena, y de aceptar legislaciones que no fomentan la iniciativa, que buscan enfrentar al patrón y al obrero, mediante trabas y burocracias, que lejos de beneficiar al obrero (puede que aumenten las garantías laborales, pro el precio que se paga es muy alto) le quitan las oportunidades de acceder a mejores trabajos, pues ya no es posible contratar sin verse sometido a un aparataje tal que finalmete son los trabajitos "por debajo" los que siguen funcionando, permitiendo los abusos, incentivando las huelgas y por lo tanto deteniendo la producción del país y destruyendo el ideal de corporación cooperativa que debe existir entre empresarios/ patrones, obreros/trabajadores y el Estado. El mismo Estado chileno se ha transformado en una rapiña que busca apoderarse de la mayor cantidad de recursos posibles, llenando de imposiciones y cobros tanto al empresario como al trabajador, especialmene si son independientes. Ha perdido su rol de cooperador, de incentivar, de proteger y de invertir. Todo esto, por un herencia de más de 40 años de malos gobiernos en materia económica y laboral. Cada gobierno ha aportado su grano de arena a la problemática (tambien al progreso, nada es esencialemnte erróneo o correcto), desde Alessandri, Allende, a Pinochet o la Concertación. Enfrentar a patrones con obreros fue un error, hay que proteger, prevenir abusos e incentivar la cooperacion. Alejar al Estado de la producción, reemplazar lo nacional por lo internacional, abrir nuestra frágil economía al dólar, tambien fue un error. Y llenar el país de inmigrantes que ocupan los puestos laborales a menor precio, ilegales, y llenar de burocracias al trabajo sigue siendo y será un error. Porque no podemos negar el peso que significan miles de inmigrantes que ocupan puestos laborales, pues al ser ilegales piden poco, y que con eso aumentan la cesantía del obrero chileno.
¿Qué paso con los sindicatos? En lugar de ocupar su rol como herramientas de dialogo y coordinacion cooperativa y corporativa, se han transformado en herramientas de lucha cada vez más ( y una vez más) políticas.
Pero hoy quiero, además de criticar, saludar. Al obrero que construye hogares, industrias, caminos que unen la Patria. La estructura del país. A los agricultores y campesinos que cultivan nuestro pan de cada día, nuestra fruta de esperanza y nuestro alimento que es vida. Al minero que extrae la riqueza nacional, al industrial que fabrica el esfuerzo del chileno. A educadoras, profesoras y maestros que educan a nuestro futuro, a los médicos, dentistas y profesionales de la salud que atienden la salud y el bienestar del pueblo. Al empresario justo que genera fuentes de empleo, al abogado que defiende la justicia, al periodista honesto que informa y educa. A los artistas que deleitan nuestros sentidos; al garzón y al cocinero que nos alimentan de vez en cuando. A Policias, Gendarmes y Carabineros que protegen nuestra seguridad. A los militares de todas las ramas que siempre nos han defendido y defenderán . Al político honrado que representa al Pueblo y que lucha por un futuro mejor. Al pequeño comerciante que trae a nosotros lo que necesitamos, al cartero y al suplementero que nos informan de nuestras cosas privadas y de lo que pasa afuera. A las dueñas de casa y empleadas doméstica que día a día trabajan en el seno de la sociedad, en la familia, que educan valores en los niños, que los protegen y los alimentan. A todos quienes se esfuerzan por ganarse el sustento y el futuro para si mismos y/o sus familias, y sobre odo, para quienes tienen conciencia que con su trabajo, construyen el camino de la esperanza, hacia un futuro mejor y más prospero, para toda la gente de Chile.
"Jóven y trabajador,
son la luz de un Nuevo Amanecer,
encendieron con Amor,
el fuego de la Libertad."
(Canción "Chile eres tú")
Quisiera tambien dedicar unas líneas a tres trabajadores sumamente importantes en mi vida.
- Mi madre, que día a día y casi sin descanso se preocupa de la boca del pueblo, de la salud de sus dientes, que puedan comer, hablar y sobre todo, sonreir tranquilos. Mi madre, la dentista de hospitales y consultorios públicos o pequeños, que si bien no gana mucho dinero, gana la satisfacción de poder lograr sonrisas sanas, en aquellos que poco tienen material para sonreir.
- Mi padre, el técnico, el obrero del frío, que para poder dar calor en mi hogar -aunque no haya vivido con nosotros todo el tiempo- se sumergía entre hielo y maquinaria de gases de enfriamiento, como un ratón dentro de un refrigerador, para que muchas cosas funcionasen bien.
- Y a Carmencita, que trabajó tantos años en mi casa, cuidando de mi y mi hermana, que nada nos pasara, que creciesemos sanos y fuertes.
Gracias a estos tres trabajadores hoy puedo esudiar, puedo vivir y puedo decir que algún día podré decirme a mi mismo y a los demás:
¡Feliz Día del Trabajador!
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