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miércoles, marzo 19, 2014

Físicamente imposible.

Cierro los ojos un momento, y me parece sentir el frío pasto que acariciaba mi costado.
Pero los abro y ya no estás, sólo fuiste un color dentro de mis párpados.

Los abro y ya no siento la sombra de ese árbol misterioso que nos tapó del mundo.

¡Esto es como volverse a encontrar! ¡Pero las letras son frías!
¡Y que fría ha de sentirse tu piel contra mis labios!

Entonces respiro, para poder cerrar mis ventanas al mundo.
Para poder mirar las estrellas más viejas, las estrellas lejanas.
Las que nos cubrían y nos descubrían.
Las que nos descubrieron juntos.

Juntos, escondidos, antiguos, ocultos de las erróneas dimensiones de este mundo equivocado.
¡Por que las dimensiones son físicas! Y esto es tan espiritual...

Es tan espiritual que la física, celosa, nos ha traicionado.
Nos ha excedido en distancia.
Nos ha convertido el tiempo en escaso.

Y cual alquimista siniestra, convirtió cada momento en oro.

¿Y si la desafiamos?
Probemos cuanta tensión puede aguantar la atracción, antes que el roce la piel y el calor de los besos agote el electrizante voltaje de dos cuerpos fósiles.

viernes, marzo 07, 2014

Fosilizaciones varias.

¿Cuánto tiempo ha pasado ya?
Si pareciera que el tiempo nos ha fosilizado el corazón.
Y los labios que besaban se han convertido en fría piedra.
Y las palabras que susurrábamos, son ya un recuerdo.

¿Qué ha sucedido?
Cual parque jurásico tu voz me despertó.
Abrí los ojos y te vi. Abrí los ojos y me viste.
Para acecharnos, para desafiarnos.

¿Y de qué nos sirve? (Me preguntaste)
¿De qué le sirve al Sol seguir a la Luna en los cielos?
¡Sabe que no la va a atrapar!
¿De qué sirve dejar de soñar entonces?   (Te pregunto yo)

Sé que sonríes al leer, se me refleja en la boca.
Siento en mis labios los tuyos sonrientes.
Como si el viento en un beso conectase alegría.

No me preguntes más.
No me cuestiones, solo cierra tus ojos.
Que por unos segundos no quiero saber de respuestas.

domingo, marzo 02, 2014

No es mi rubia, es mi morena.

Quiero tomarte como me tomo una cerveza,
colocando los labios en el borde,
cerrando los ojos al besarla,
en botella quedo más conforme.

Eres amarga en boca, pero de aromas dulces.
Estás como para tomarte con merkén sureño.
Porque eres cerveza morena, de cebada tostada.

Botella pequeña, graduación malvada
me dejas beberte con placer
en un bar como en mi cama,
en la cocina como en mi almohada.
Fotografía: Mariajosé Osorio http://www.flickr.com/photos/kotekuruta/

  Si al final eres el sabor que me queda en los labios al marchar tan solo a casa, pensando en lo fría que estabas en mis manos. Pero lo tibia que te pusiste en mis labios y la manera en que me calentaste la boca bastan para querer volver a tomarte, una y otra vez.

Vi a los egipcios inventarte, a los babilonios mejorarte y a mi Alemania consagrarte.
 ¿Hagamos nosotros un resto de Historia?