A mis pasos nocturnos la luna llena no guió.
Ya no fue selena luz al caminar.
La luminosa llamada me cegó…
La luna llena me encandiló.
La noche fue más oscura entonces,
y tu recuerdo fue lunar…
Lleno, blanco, puro, encandilante
como luces dulces que embriagan.
¿Sabes qué es marchar de noche?
El fusil pesaba menos que el frío,
pero la luna y su luz fueron cual plomo,
plomo perforante, al corazón: Perfecto asesino.