Hace varias semanas, se realizó en mi Colegio el Día de la Familia. Y tengo que admitirlo, lo pasé bien. Me saqué cresta y media trabajando, pero lo pasé bien. Muy bien.
El día comenzó arduo desde un principio, algo que me venía alterando desde las dos semanas anteriores. Yo era el director de las obras que le correspondían a mi curso y al cuarto medio, y mi nota no dependía tanto de mi calidad como actor en mis papeles (que además eran de los principales), si no que dependía del total de la obra desde sus inicios. Además era el guionista y encargado de efectos especiales.
Reconozco que adopté demasiadas responsabilidades a mi haber pero, por un lado no me arrepiento, pues no salió en absoluto mal y me sentí muy orgulloso de todo mi trabajo.
En fin, de a poco fueron llegando actores y productores. A los segundos los tenía trabajando como negros (conforme se acercaba la hora del estreno me iba transformando en un energúmeno) y me metía en todo lo que hacían. Era un demonio. Los actores, en su mayoría, trabajando en las ventas, pues además este día eera aprovechado por mi curso para generar fondos para la gira de estudios nuestra y para los sanguijuelas del otro tercero.
Ya tan sólo 3 actos antes de nuestro turno, ordené que todos, absolutamente todos se fueran a vestir, para no andar con apuros y que el ultimo trabajo de tramoya a realizar, se hiciera con los trajes puestos. Ahí nos preparamnos para el "Ataque a Santiago", acto que retrataba el ataque a Santiago realizado por Michimalonko, rechazado por Alonso de Monroy y especialmente por la decidida y valerosa Inés de Suarez. Papeles interpretados respectivamente por "Carlitros" Lara con su taparrabo similar a un pañal, yo mismo y mi Puntito de Luz, Carlita Ruiz que se asemejaba a una hermosa Juana de Arco. La obra se realizó casi sin escollos, excepto que hubo problemas para subir al escenario para Carla y yo, y los efectos de sonido y música se atrasaron al final. Pero no se notó. Afortunadamente, y el acto finalizo maravillosamente al ritmo de la música de Age of Empires.
Finalizado este acto y en medio de un intermedio musical, todo el mundo a cambiarse apresuradamente de ropa para representar el segundo cuadro "Declaración de Independencia de Chile" donde O´Higgins y sus asesores declaran solemnemente la Independencia de Chile. Este acto se realiza sin mayores contratiempos. A Alvarez, el líder de los soldados, se le enredó el camino a seguir y quedó en una posición tan ridicula que su papel como escoltas casi se anula. Faltaba una silla y yo, el político Fontecilla, presidente del Cabildo, me tuve que quedar de pie. Por esos días me dejé barba, y con sombrero de copa me asemejaba a Abraham Lincoln. Mientras no me mataran... todo bien.
El resto del día... fue genial, el bingo, las ventas de helado, disparar con mi rifle y un momento muy especial que viví y su recuerdo se enreda en mi muñeca, más la por primera vez tan cálida convivencia entre nosotros y los apoderados, especialmente el conversar con familias que me gustó conocer más, hicieron de este día un día muy bueno y memorable.
Después